Esperar un colectivo suele ser cuestión de azar, los colectivos llegan, pero no la mayoría de las veces es el que uno espera. A esto se le agrega la confusión de las líneas y carteles, lo que hace mucho tiempo no era problema.
Hoy la mayoría de los ómnibus son blancos y verdes y los carteles varían en la más amplia gama de colores y de nombres.
Usted puede estar tranquilamente esperando en la plaza y entre el apuro y la gente que se agolpa deberá distinguir si lo que viene, lo que viene lo llevará a su hogar después de la jornada de trabajo.
Para eso debe distinguir si usted espera de los llamados verdes y blancos si es el 2 el 3 el 4 el 7 o el 9; para así si usted quiere llegar a San Agustín no termine en el Parque Urquiza. Si cree que es capaz de pasar este nivel, la cuestión de los carteles es algo más complicado y que solo depende de su buena visión y que a mitad del recorrido el colectivero aclare a viva voz ¡me olvide de cambiar el cartel!
Hoy la mayoría de los ómnibus son blancos y verdes y los carteles varían en la más amplia gama de colores y de nombres.
Usted puede estar tranquilamente esperando en la plaza y entre el apuro y la gente que se agolpa deberá distinguir si lo que viene, lo que viene lo llevará a su hogar después de la jornada de trabajo.
Para eso debe distinguir si usted espera de los llamados verdes y blancos si es el 2 el 3 el 4 el 7 o el 9; para así si usted quiere llegar a San Agustín no termine en el Parque Urquiza. Si cree que es capaz de pasar este nivel, la cuestión de los carteles es algo más complicado y que solo depende de su buena visión y que a mitad del recorrido el colectivero aclare a viva voz ¡me olvide de cambiar el cartel!
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